El municipio de Grazalema (Cádiz) ha superado los resultados tributarios de 2019 y alcanzado una liquidación positiva. «El comportamiento del contribuyente ha sido ejemplar y ha permitido que la recaudación se sitúe en márgenes de normalidad, pese a la situación de pandemia que estamos viviendo», ha sido una de las conclusiones que ha compartido el responsable del área de Servicios Económicos de Diputación, Juan Carlos Ruiz Boix, con el alcalde de Grazalema, Carlos García Ramírez.
Según ha explicado en una nota, la suma de los ingresos registrados entre el periodo voluntario y la vía ejecutiva se cifra en 1.122.182 euros. Este importe supera en apenas 6.500 euros al alcanzado en 2019. La principal fuente impositiva, el IBI urbano, terminó el último ejercicio con un saldo cercano a los 693.000 euros que, en términos relativos, supone casi un 92 por ciento de los ingresos previstos en esta figura tributaria.
«Es un dato que confirma la responsabilidad de los ciudadanos de Grazalema además del rigor profesional del Servicio Provincial de Recaudación», ha manifestado Ruiz Boix.
Asimismo, ha indicado que todos los tributos locales acreditan amplios ratios de cumplimiento por parte del contribuyente de Grazalema: casi un 96 por ciento en el Impuesto de Actividades Económicas, más de un 90 % en el IBI rústico o más de un 85 por ciento en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica.
En el año 2020 se constituyeron en Grazalema 46 planes personalizados de pago (casi el doble de los 24 que se formalizaban en el ejercicio 2016); mientras que los recibos domiciliados comportaron unos ingresos que superaron los 650.000 euros.
Este comportamiento ha propiciado que Grazalema obtenga una liquidación positiva, una vez que se relacionan los anticipos a cuenta de las estimaciones de recaudación –adelantados por Diputación– y los ingresos efectivos. La suma de los anticipos transferidos desde la institución provincial se cifra en un millón de euros, «un 5 por ciento más que lo librado en 2019 pese a la incidencias causadas por el estado de alarma», según ha señalado Ruiz Boix.
En diciembre, tras constatar el comportamiento tributario de la localidad, desde el Servicio Provincial de Recaudación se decidió proceder a una pre-liquidación que permitió a Grazalema recibir 200.000 euros. Aun con este pago, Diputación estima que la liquidación definitiva será favorable para el municipio, en una cuantía de 57.000 euros.
«Cuando sobrevino la pandemia la recaudación se paralizó durante tres meses», ha recordado el responsable de Servicios Económicos de Diputación. «Adoptamos diferentes medidas: se ampliaron los calendarios tributarios en tres ocasiones, sin recargos ni intereses; se flexibilizaron los criterios para fraccionar el pago de deudas y no se cobraron cuotas de estas operaciones fraccionadas durante el estado de alarma», ha explicado.
Asimismo, ha indicado que la sede electrónica del Servicio Provincial de Recaudación ha confirmado su solvencia para el cumplimiento de las obligaciones tributarias, «así como la aplicación DipuPay, que ha experimentado un crecimiento en sus operaciones del orden del 400%». La atención telefónica también experimentó una sensible mejora con la incorporación de un nuevo programa y la renovación de los números de las oficinas distribuidas en la provincia de Cádiz.
«Al final se logra lo más importante: recursos económicos para los ayuntamientos, en unas circunstancias especialmente complejas que confirman la necesidad de una cobertura pública suficiente para atender y resolver las necesidades sociales multiplicadas por la pandemia», ha destacado Juan Carlos Ruiz Boix.